Hoy le toca el turno a una alternativa sana: el muesli. También se escribe müsli. Se trata de una mezcla de copos de avena, frutas secas o frescas, frutos secos, semillas y otros cereales. También puede tener chocolate, azúcar, caramelo, especias, miel, jarabe de arce, etc. Se suele consumir con algún producto lácteo, habitualmente yogur, kéfir o leche. Algunos también lo comen mezclado con queso de Burgos u otros quesos suaves.
Aunque existen excelentes mezclas ya preparadas, lo ideal es hacerlo tú mismo. De ese modo también le puedes poner frutas frescas y no solamente cosas secas.
Originalmente viene de Suiza y se creó como una comida sana para la gente que estaba en el hospital. Ahora se consume como desayuno en muchos lugares del mundo.
A mí me encanta tomarlo por las noches cuando me entra el hambre después de la cena, y suelo mezclarlo con yogur líquido.
El mejor que he probado nunca ha sido uno que compraba en Inglaterra. Era una mezcla de nueces pacanas, toffee y jarabe de arce, con muchas frutas secas y nueces. ¡Delicioso!